martes, 9 de febrero de 2010

EL TXISTU EN LA MÚSICA DE CÁMARA

Si, como decía el P. Olazarán, resulta sorprendente el número y variedad de músicas que durante siglos se han ido incorporando al repertorio tradicional de los txistularis, no lo es menos el hecho de que prácticamente todos los compositores del País Vasco hayan dedicado alguna composición a nuestro instrumento. En la mayoría de los casos se trata de obras menores, aptas para ser interpretadas por aficionados, pero algunas veces nos encontramos con pequeñas obras maestras.



Como he dicho antes, se empezaron a escribir obras para txistu durante el siglo XVIII. Lógicamente se trataba de músicas acordes con el gusto del tiempo, por lo que es frecuente encontrar Contrapases, Minuetos, Boleros etc. Precisamente en ésta época vivió Juan Ignacio de Iztueta, que recopiló las danzas más populares de Guipúzcoa junto con algunas canciones, y que se quejaba de que los txistularis de la época preferían tocar melodías modernas antes que los aires populares. Conviene destacar que, también en ésta época, el conjunto de flauta y tambor gozó de cierta fama en Francia, y que compositores como Jean Philippe Rameau le dedicaron composiciones conocidas como "Tambourin", basadas en las músicas interpretadas por los flautistas provenzales.

Durante estos años, las ciudades y algunos pueblos grandes de las provincias vascas de Guipúzcoa, Vizcaya y del norte de Navarra fueron formando sus bandas de txistularis que, ataviados con vistosos uniformes, daban solemnidad a las celebraciones y animaban las fiestas populares. Algunos de ellos llegaron a alcanzar un auténtico virtuosismo con el instrumento, lo que, a su vez, animaba a los compositores a escribir más y mejores obras para ellos.

Por lo general, los pueblos pequeños contaban con una pareja de txistularis y un tambor, mientras que las grandes poblaciones solían añadir un silbote a la formación, constituyendo lo que, poco a poco se ha convertido en la Banda de txistularis: dos txistus, silbote y tambor (llamado normalmente atabal). Estos músicos estaban en la nómina del pueblo, y para acceder a sus plazas debían pasar diversas oposiciones y exámenes que dieran fe de su valía.


Normalmente, con el fin de hacer su sonido más penetrante, los txistus se afinaban en "Fa brillante" (es decir su nota fundamental sonaba algo más alta que el Fa) por lo que resultaba difícil integrarlos en formaciones con otros instrumentos.

Últimamente, sin embargo, se han impuesto los instrumentos en Fa natural, lo que posibilita cualquier tipo de formación. Existen abundantes obras para txistu acompañado de piano, órgano, instrumentos de viento, cuerdas etc., y hay también gran número de composiciones para txistus y voces. Como culminación, en 1984 se estrenó el Concierto para Txistu y Orquesta, compuesto por Tomás Aragües Bernard y brillantemente interpretado por José Ignacio Ansorena al txistu y la Orquesta Sinfónica de Bilbao, dirigida por Urbano Ruiz Laorden.
FUENTE DE INFOR. REVISTA TXISTULARI

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