lunes, 8 de febrero de 2010

MARKEL/HAIMAR

Unidos tras un rocambolesco camino
Haimar Zubeldia (Usurbil, 1977) y Markel Irizar (Oñati, 1980) han llevado sendas diferentes para acabar en el RadioShack, el equipo más mediático del pelotón, en el que no todo gira en torno a Lance Armstrong y el Tour de Francia.
Oskar Ortiz de Guinea


Haimar zubeldia fichó hace un año por el Astana para ayudar a Alberto Contador, y ha acabado armando al rival del pinteño, Lance Armstrong. El tejano supo de Markel Irizar cuando éste sufrió un cáncer como el suyo cuando era aún sub"23, y no le perdió la pista hasta ficharlo. Así, de un modo algo rocambolesco, dos guipuzcoanos, y grandes amigos, han acabado en la corte del heptacampeón del Tour.
Curiosamente, ambos ganaron la Vuelta a Gipuzkoa junior, pero su amistad se consolidó con Haimar ya en profesionales. Fue el hermano de éste, Joseba, con quien Markel coincidió en el Olarra amateur, quien hizo de nexo. "Tener un amigo en el equipo es importante, y más cuando en Euskaltel-Euskadi sólo estábamos gente de casa y ahora te encuentras con compañeros de dieciséis nacionalidades", valoran. Estos días de concentración en Calpe, comparten habitación, algo que apenas podrán hacer en temporada. Al principio, sólo coincidirán en la Vuelta a Murcia -también estará Armstrong-, y luego podrían verse en la Clásica de San Sebastián y la Vuelta, aunque el calendario final está por definir.
Las clásicas dibujan la campaña de Markel. Debutará el próximo día 27 en el Omloop Het Nieuwsblad -antiguo Het Volk-, y después hará: Kuurne-Bruselas-Kuurne, Murcia, Milán-San Remo, GP Harelbeeke, Gante-Wevelgem, GP Waregem, Vuelta a Flandes y París Roubaix. Haimar arrancará en Murcia (3 de marzo), para a continuación enlazar Catalunya, País Vasco, Amstel Gold Race -que nunca la ha corrido-, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja, Romandía y Dauphiné Libéré. "Es un calendario muy similar a otros años".
Haimar y Markel hablan entre ellos en euskera, al igual que con el médico Kepa Zelaia y el masajista Jon Carbayeda. Con el resto, en inglés. Haimar admite que "Markel se maneja mejor que yo en inglés. Además, tiene facilidad para comunicarse, y se ha adaptado muy bien al equipo". "Hay varios que saben castellano, pero les pido que me hablen en inglés. Si meto la zanca, me corrigen", puntualiza Markel.
Recurren a diario al correo electrónico y a la blackberry bien para recibir los entrenamientos que les diseña Allen Lim -un fisiólogo fichado del Garmin que también entrena a Armstrong- o para enviar los datos de las sesiones -disponen de un SRM en cada una de sus tres bicicletas, la de entrenamiento, la de competición y la cabra-. También se comunican así entre técnicos y ciclistas. "Los mensajes entre nosotros son gratis".
El contacto con el equipo es fluido. "José Azevedo habla castellano, y es nuestra referencia. Nos llama casi todas las semanas, no para controlarnos, sino para ver cómo nos va", aclara Haimar. "Insiste en no volvernos locos con el entrenamiento. Saben que los ciclistas solemos pecar más de cuidarnos y entrenar de más que de menos", añade Markel.
Un cocinero controla la comida
Más que delgados, rápidos
En un equipo en el que se mima hasta el último detalle, al oñatiarra le ha llamado la atención que no les controlen el peso. "Cada equipo tiene su forma de trabajar. Estaba acostumbrado a que en Euskaltel nos pesaran todos los días. Aquí, nunca". En la escuadra naranja gustan los ciclistas muy finos, sobre todo, de cara los terrenos montañosos.
En RadioShack asumen el peso con mayor relajo, como ilustra una anécdota de Markel: "Steegmans -el líder del equipo para las pruebas de un día- me dijo que me iba a mandar a entrenar con el grupo de los escaladores, porque me veía delgado. Le dije que estaba a sólo tres kilos de los ochenta, y me contestó que hay al menos cuatro de más de ochenta, a él no le importaba pesar 82 u 83, sino ir rápido: si pesas 70 y no vas rápido, no sirve de nada. En forma, yo peso 76 y le puedo llevar a Txurru (Amets Txurruka) 16 ó 17 kilos, pero tenemos la misma grasa. Soy un ciclista de volumen, y si no valemos para subir puertos, tenemos que valer para otra cosa. Para el pavés me dicen que no baje peso, porque con 70 kilos vas botando".
Para controlar la comida, la escuadra de Johan Bruyneel ha fichado un cocinero sueco que tenía un negocio en Puigcerdá con Lim. "Él cocinará en los hoteles, y hará los pasteles de arroz que comamos en carrera".
En Calpe disfrutan de una agradable climatología y se entrenan divididos en dos grupos: los clasicómanos y los que empiezan el año fuerte por un lado, y el bloque del Tour, por otro. Dirk Demol y Viatcheslav Ekimov se encargan más del primero, y Azevedo y Bruyneel, del segundo.
Haimar conoció en el Astana lo que se iba a encontrar en el RadioShack. "El equipo es muy parecido, sobre todo el grupo que irá con Armstrong al Tour. No hay grandes cambios. En general, estamos un grupo bastante veterano, que sabemos llegar más o menos bien al Tour. El objetivo es el mismo, y la aportación de Azevedo en ese sentido es interesante".
Markel está conociendo un ciclismo diferente al que vivió en Euskaltel, en el que dejó "las puertas abiertas. Siempre les estaré agradecido". Sin embargo, el equipo con sede en Austin le brinda "una oportunidad única. He tratado de integrarme rápido con el grupo de las clásicas, para aprender y empaparme de esa mentalidad. Se saben los recorridos de memoria, hay un material especial... Empezaré a correr en pavés desde el Het Volk, cuando en Euskaltel debutaba en el pavés en Flandes. Si no tienes cultura de pavés, es imposible hacer nada en dos o tres años. Por eso valoro el mérito de Juan Antonio Flecha. En RadioShack, las clásicas suponen lo mismo que la Vuelta al País Vasco para Euskaltel".
Markel y Haimar ya conocieron esto último, y ahora se abren a otra filosofía en un mismo ciclismo.
fuente noticias de

No hay comentarios:

Publicar un comentario