Proyecto. 5,3 kilómetros de conducciones de saneamiento, comprendiendo tanto la tubería principal como los dos ramales previstos en el entorno del santuario. También contará con dos instalaciones de bombeo, una en Arantzazu y otra en Urtiagain.
Plazo. Con un presupuesto de 1,5 millones de euros, los trabajos comenzarán el último trimestre del año con un plazo de 6 meses. Las obras se desarrollarán en invierno por ser la época de menor afluencia de visitantes.
Las obras de la red de saneamiento de Arantzazu comenzarán el último trimestre del presente año. El diputado de Desarrollo Sostenible, Carlos Ormazabal, ha confirmado que su departamento financiará en su totalidad el proyecto con un presupuesto de 1.528.000 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de seis meses. Además ha afirmado que las obras con mayor afección «se ejecutarán durante el invierno, ya que son los meses de menor afluencia de visitantes».
Ormazabal, ha explicado que el proyecto de saneamiento redactado por la empresa Girder Ingenieros, S.L. prevé la ejecución de 5,3 kilómetros de conducciones de saneamiento, que comprende tanto la tubería principal como los dos ramales previstos en el entorno del santuario franciscano. También contará con dos instalaciones de bombeo, una en Arantzazu y otra en Urtiagain.
Las obras permitirán completar el sistema de saneamiento integral del entorno de Arantzazu, parte del cual se ejecutó en 2008 bajo el antiguo edificio de la hospedería aprovechando las obras de remodelación de la instalación hostelera y que incluyó el pozo de bombeo en la parte posterior del atrio del santuario.
La nueva red de saneamiento contempla la ejecución de un primer ramal en zanja de unos 129 metros de longitud para recoger las aguas de la zona de Sindika hasta su conexión con la red existente que desemboca en el pozo de bombeo ubicado en la parte posterior de la basílica.
Un segundo ramal de 130 metros conducirá los vertidos del centro Topagunea y del edificio de información y atención al público ubicado en la explanada, hasta la entrada del santuario donde se unirá a la red interna del propio monasterio que desembocará también en el pozo de bombeo. La orden franciscana se encargará de las obras que se ejecuten dentro del convento para captar todos los vertidos interiores.
Bombeo
Desde la estación de bombeo del atrio del santuario las aguas serán impulsadas por medio de una tubería de 195 metros hasta la cámara de descarga, una estructura enterrada de hormigón armado situada en lo alto del camino que rodea el centro Topagunea por su parte posterior cerca de la ermita del Santo Cristo.
La cámara recogerá todos los vertidos de Arantzazu y de aquí partirá el conducto de cinco kilómetros hasta Urtiagain, punto de unión con el sistema de saneamiento de Oñati.
Tubería soterrada
Esta tubería irá soterrada en la margen derecha de la carretera en dirección Arantzazu-Oñati. Para su enterramiento se excavará una zanja mediante una zanjadora mecánica «que permitirá la ejecución de la sección con la anchura necesaria para la colocación de la tubería y evitar las posibles molestias a los usuarios de la carretera» ha señalado el diputado de Desarrollo Sostenible, quien ha añadido que las diversas arquetas de acceso al conducto que jalonarán los 5 kilómetros del tramo se situarán fuera de la calzada realizando en caso necesario el talud correspondiente para colocar las arquetas.
Cantera
En la cantera próxima al barrio de Urtiagain se aprovechará el espacio existente al margen de la carretera para albergar un pozo enterrado de bombeo que impulsará el agua hasta una nueva cámara de descarga situada a 400 metros de esta estación de bombeo, y que conectará con la red de saneamiento municipal de Oñate.
Por último, el diputado foral Carlos Ormazabal ha informado que tras la realización de las obras de saneamiento «se procederá a la restauración de los hábitats afectados y a la reposición a su estado original de los setos o muros de piedra que delimitan los campos que puedan verse afectados».
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