jueves, 24 de marzo de 2011

Una ilusión auditiva


Una mujer que vivía sola oía a menudo que llamaban a la puerta, pero cuando la abría nunca había nadie.




Preocupada, se lo contó a su médico y este le diagnosticó una Ilusión Auditiva Creciente (IAC), una enfermedad muy rara. Después, el propio médico le susurró al oído a la enferma: “te amo, te amo, siempre te he amado, siempre te amaré”.




Y la curó con el tiempo, visitándola cada día.

Publicado por Víctor González

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