sábado, 9 de junio de 2012

CORPUS 2012.

Oñati se rinde a su tradición


EL MUNICIPIO SE SUMERGIRÁ MAÑANA EN LA CELEBRACIÓN DE SU POPULAR Y PARTICULAR RITUAL DEL CORPUS


VIVEN a tope el Corpus. Cada uno en el papel que le corresponde. Pero todos coinciden en destacar que es la fiesta "más importante" o "una de las más importantes" de Oñati. El popular ritual procesional que engalanará mañana las calles del municipio ya cuenta las horas para volver a llevar a escena una tradición que desde mediados del siglo XVI se ha preservado generación tras generación.
Irizar, Díaz, Bengoa y Amundarain, tomarán parte mañana, en diferentes papeles, en la festividad del Corpus oñatiarra. (Foto: a. dominguez.)



Fernando Díaz, Josu Amundarain, Arkaitz Bengoa y Jesús Irizar son cuatro de los protagonistas de la procesión del Corpus Christi en la que, de un modo u otro, toman parte dos centenares de vecinos. Algunos de ellos, incluso, son ya unos veteranos. Es el caso de Jesús Irizar: miembro desde 1975 de la Cofradía del Santísimo Sacramento, que está al frente de la organización del evento, este oñatiarra domina a la perfección la faceta de ser dantzari. No en vano, heredó de su familia su gran afición por la dantza. "Lo he vivido en casa; para mí este día es muy especial", explica un sonriente Irizar, que conoce las coreografías del Corpus mejor que la palma de su mano.



Empezó a bailarlas en 1967 siguiendo la estela familiar y fue 28 años más tarde, en 1995, cuando ejerció por última vez de capitán de los dantzaris; una función que en los diez años siguientes asumió su hijo Mikel.



En esta edición quien ostentará el bastón de mando será Arkaitz Bengoa. A sus 27 primaveras y después de haber participado durante los últimos ocho años en la procesión, en la cita de mañana se estrenará como capitán. En él recaerá la misión de dirigir al resto de los ocho bailarines del grupo Oñatz que pondrán ritmo a la fiesta. Y, para ello, se enfundará la banda y faldín azules que diferencian su indumentaria de la del resto de sus compañeros, cuyos trajes lucen adornos de color rojo.



"Si tuviera que recalcar algo, destacaría las castañuelas; es un instrumento que caracteriza las danzas del Corpus y que provoca una grata sensación en el público, sobre todo, por el sonido que envuelve la iglesia", aprecia Bengoa.



Arku dantza, Banakoa, Launakoa, Zortziko de San Miguel, Makil dan-tza... son algunas de las piezas de más de 400 años de antigüedad que conforman el repertorio de las Korpus dantzak de Oñati. Todo un disfrute visual. Para los dantzaris, una parte clave de la celebración, el fin de semana es maratoniano. Su periplo de actuaciones arrancó el viernes por los barrios y hoy, en la víspera del día grande, seguirán haciendo lo propio por las calles de la villa.



MANTENER UNA TRADICIÓN



La indumentaria



Folclore y religión se unen para festejar el Corpus. Cada uno lo vive y siente a su manera. "Es una tradición que reúne a muchos grupos. Además de los propios dantzaris, está la Cofradía, el Arcángel San Miguel, los Apóstoles, las imágenes de los santos (un total de quince), los niños que han hecho la comunión....", expone Irizar, al tiempo que insiste en que se ha hecho "un gran trabajo" para conservar esta festividad que se remonta cinco siglos en la historia oñatiarra.



"Se ha preparado un documento interno que recoge todos los detalles de la procesión con el propósito de que otras personas, que para ello habrá que asegurarse igualmente el relevo generacional, sepan qué tienen que hacer a la hora de organizar el evento", precisa Irizar.



Josu Amundarain y Fernando Díaz son también integrantes de la Cofradía, de la que forman parte unos 50 vecinos. Amundarain, que nació en Basauri pero desde hace años vive en Oñati, participa activamente en la fiesta desde 1995. Se ha involucrado de lleno y rememora que solo en dos ocasiones la procesión no ha hecho su recorrido por el mal tiempo. "Una de esas veces tuvo lugar en 1972 y fue entonces cuando por primera vez los dantzaris bailaron en la iglesia", concreta Irizar.



Recuerdan, asimismo, que desde 1999 la enseña de la virgen es portada por una mujer. Aunque fue en 2008 cuando por primera vez cuatro mujeres salieron con sus capas en la comitiva de los cofrades.



Y mientras de la puesta a punto de ritual se encarga la Cofradía, las monjas del convento de Santa Ana se ocupan, con mimo y esmero, del mantenimiento de los ropajes de San Miguel y los apóstoles.



Todos los elementos de las vestimentas y de la procesión se cuidan como verdaderos tesoros. "En los últimos diez años se han invertido más de 60.000 euros en la restauración de las imágenes de los santos y el año pasado, sin ir más lejos, los apóstoles estrenaron pelucas y máscaras", señala Irizar. Entre las asignaturas pendientes: la renovación de la tela del estandarte de San Francisco, que es de 1913. "Hemos pedido un presupuesto y la actuación se afrontará cuando haya disponibilidad económica", agrega Irizar.



La armadura de San Miguel, por ejemplo, es toda una joya. "Pesa nada menos que 25 kilos. Tiene que cargarla una persona con unas determinadas condiciones físicas que le permitan aguantar el peso, el calor...", puntualiza Amundarain. "En su día la quisieron llevar a Toledo a restaurarla pero un artesano dijo que ya no se hacían armaduras de este tipo. Se llevaron a cabo algunas reparaciones en las juntas", comenta Irizar.



Quien tendrá que colgarse el armazón que da el porte de guerra al patrón de Oñati será Fernando Díaz, que se meterá en la piel del protagonista de la procesión: el alado arcángel. Un papel que con el de mañana asumirá por sexta vez (no de forma sucesiva). Díaz, que ha experimentado el Corpus también como dan-tzari, es consciente de que gran parte de las miradas de oriundos y foráneos recaen sobre él. La armadura la lleva estoicamente, aunque para vestirle -en Santa antzokia- "tardan como mínimo una hora". "Es lo que peor llevo", afirma mientras esboza una sonrisa.



LA SINGULARIDAD



Pasos vivientes y dantzaris



Las calles alfombradas con juncos esperarán mañana, tras la misa, el arranque de la procesión, que no sin dificultades ha perdurado hasta nuestros días. Todos los historiadores coinciden en señalar que la singularidad del Corpus oñatiarra descansa fundamentalmente en los doce apóstoles vivientes y los dantzaris que desfilan. Los personajes del alado San Miguel y el Cristo completan la galería de santos vivientes que sorprende a no pocos espectadores. Mañana no será una excepción.

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