martes, 20 de noviembre de 2012

Juan Carlos Irizar vuelve a casa

 


En 'Oñati eta Oñatiko auzoak' rinde homenaje a su localidad natal. El pianista y compositor oñatiarra presentó su último trabajo discográfico ayer en Kultur Etxea



20.11.12 - 02:07 - MARIAN GONZALEZ
OÑATI. 

 
A ezpata dantza y castañuelas, así suena Oñati para Juan Carlos Irizar «porque desde niño he visto y escuchado a los dantzaris de Oñatz». Y precisamente con esa melodía tan festiva abre el disco 'Oñati eta Oñatiko Auzoak' que ayer vio la luz en la Casa de Cultura en un acto en el que el pianista y compositor oñatiarra recordó sus orígenes y se mostró orgulloso de ser txantxikuarra.



Presentación. Irizar ayer con Zabala, Lasalde y Egaña. :: MARIAN


Ha compuesto diecinueve temas instrumentales en los que la voz principal es el piano, acompañado por el oboe, el acordeón, saxo, txistu... Todos esos instrumentos le han permitido crear unos temas elegantes, tranquilos y relajantes en los que evoca momentos de su infancia y juventud, los juegos en Zubillaga, aquellos paseos con los aitas, las tardes con los amigos en Usako, las peregrinaciones a Arantzazu...

Es un disco intimista, marca de la casa. «Mi voz son mis dedos, mi piano, y he gozado mucho al componer estos temas, me he sentido a gusto, y espero que sea del gusto de los que escuchen mi música, porque he puesto mucho sentimiento en cada tema» explicó. «He querido plasmar loque sentía, en los momentos en los que he estado en esos lugares».

Pese a vivir fuera, Irizar mantiene intactos los lazos con su localidad natal, a la que ha dedicado algunas piezas, pero nunca un disco completo. «Vivo en Aizarnazabal pero mi corazón está siempre en Oñati» suele decir, y ayer volvió a demostrarlo en un acto en el que tanto el concejal de cultura, Manu Egaña, como el músico y franciscano, Pello Zabala, destacaron la valía del Richard Clayderman oñatiarra.

«A veces no apreciamos lo que tenemos cerca -explicó el primero. Y para certificarlo explicó una anécdota. «A mí me pasó que fui a Donostia a la Quicena Musical a ver un recital de Alexis Delgado e Iñaki Salvador, y tras el concierto hablando de las bondades de la audición, un amigo me dijo «pero si tenéis en Oñati un pianista como la copa de un pino. Yo siempre que actúa Juan Carlos Irizar en Donostia voy a verlo, me encanta».

Pello Zabala lo definió como un médico de la música « hace de todo, para todos los públicos, composiciones creativas, para descansar, para relajarse, para aprender... y hoy viene a saldar una deuda que tenía pendiente con Oñati con un trabajo muy bonito».

Dieciséis temas están dedicados a los distintos barrios rurales que conforman Oñati (Arantzazu, Araotz, Berezao, Garagaltza, Garibai, Goribar, Larraña, Lezesarri, Murgia, Olabarrieta, Santxolopetegi-Madalena, Torreauzo, Uribarri, Urrexola, Zañartu y Zubillaga). Irizar confesó, como anécdota, que nunca había estado en Urrexola, y que le encantó la tranquilidad que emana cuando fue a inspirarse para componer su obra.

También agradeció la colaboración de Ilunpetan Argazki Taldea, que ilustra el folleto de disco «con unas fotos muy bonitas de cada barrio». Y se emocionó al hablar del tema 'Oroimenean', «dedicado a todas las personas que aunque físicamente no estén entre nosotros, siempre permanecen en nuestras mentes y recuerdos». El pianista oñatiarra dijo que pensó en familiares y amigos, pero sobre todo en Puri Urizar, «que siempre me dijo que tenía que hacer algo especial pensando en Oñati».

El último tema es 'Agurra', un zortziko, con la txalaparta como despedida dedicado a su mujer Itziar y a sus cuatro hijos «porque ellos son mi alegría de vivir».

Entre los músicos que acompañan al pianista oñatiarra se encuentran Iker Orozko (oboe), Arantxa Lasalde (txistu y danbolin), Asier Souto (saxo) y Karmelo Mendizabal y Susana Aurkia (acordeón).

Lasalde estuvo ayer en la presentación , y Irizar la calificó como una de las mejores txistularis de Euskal Herria. Otro grande, el maestro Escudero, tuvo también su protagonismo. Egaña y Zabala recordaron que fue maestro de Irizar y éste se mostró orgullo de poder transmitir el legado de un grande de quien este año se cumple el centenario de su nacimiento.

Compositor incansable

La pasión y entrega total a la música de Juan Carlos Irizar hace que cada año ofrezca una nueva agradable entrega musical para deleite de muchos músicos y aficionados a la música instrumental y romántica.

El pianista oñatiarra tiene ya más de treinta álbumes en el mercado. Extensa obra que se inició discográficamente en 1984 con «Donosti Romántico» editado por el mítico disco Xoxoa.

Desde ese momento hasta el presente Juan Carlos no ha dejado de grabar, de actuar, de aprender y de enseñar. Su inagotable producción la explica con pocas palabras: «Para mí componer es como respirar». Y es que por medio de la composición asegura que expresa sus «sentimientos, pensamientos...».

Y afortunadamente pese a la crisis que sufre el sector, la gente sigue comprando sus discos. Juan Carlos tiene un público fiel y él se siente tremendamente agradecido de poder vivir de la música.   DATOS

Agradecimientos: José Antonio Urteaga, Oñatiko Ilunpetan Argazki Taldea, Zubillagako lagunak, Javier y Maribel Igartua, Sanz- Nuñez familia, Txabardiko lagunak, german Meabebasterretxea, Edurne Soraluze, Joxe Mari Artola, Berardo-Arrate Irratia, Arantxa Olaizola, Asier Muniategi, Ignacio Cabrero, Miren Atutxa, Jaione Egigure y Balneario de Zestoa, Hospital Aita Menni de Arrasate y es especial a las hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús .

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