miércoles, 30 de enero de 2013

GIMNASIA RITMICA.LIDE OSINAGA.

«Siempre he disfrutado cada segundo sobre el tapiz»


Después de ser gimnasta y ayudante de entrenadora, ha asumido las riendas técnicas del Aloña



30.01.13 - 00:10 - MARIAN GONZALEZ
OÑATI.
Más de medio centenar de niñas (68 en este momento)
practican gimnasia rítmica en las filas del Aloña, y por primera vez la directora de orquesta es una oñatiarra: Lide Osinaga, que ha pasado de discípula a profesora. Ya llevaba unos tres años ayudando a Visi Gutiérrez, y este año ha asumido el reto de liderar el equipo técnico. Es una todo terreno, combina contorsiones imposibles, con su trabajo en Txantxiku Ikastola o su pasión por la bisutería (vende todo tipo de abalorios en ferias e internet). Su marca es 'Be happy', y ese es también su 'leit motiv', ya sea sobre el tapiz, como educadora o creativa.
Entrenadora. Lide Osinaga en Zubikoa.



-¿Qué recuerdos tiene de sus inicios en la gimnasia rítmica?

-De esos primeros años recuerdo ser una de las más pequeñas, todas mis compañeras eran al principio mucho mayores y no las conocía, pero me daba igual. Era lo que me gustaba, disfrutaba cada segundo en el tapiz, siempre con ganas de probar y aprender.

-¿Por qué se decidió por una disciplina en aquellos años bastante desconocida en Oñati?

-Era muy pequeña y la decisión en su momento la tomaron mis padres, pero era lo que deseaba. Solía pasarme horas delante de la televisión imitando a las gimnastas que veía. Cuando veo las fotos de cuando era pequeña, aparezco haciendo elementos de gimnasia (espagat, puente...) en todas las fotos, y ahora, me veo reflejada en muchas de mis alumnas, veo que tienen la misma ilusión que tenía yo.

-Al llegar a juveniles tuvo que marcharse al Ariznoa bergarés, club con el que fue subcampeona de Euskadi juvenil en 2009. ¿Cómo fue esa etapa?

-La recuerdo con mucho cariño. Me llegó la oportunidad de competir en lo que me gusta, conocí mucha gente y aprendí mucho. Fue una experiencia maravillosa, les agradezco mucho a mis entrenadoras y compañeras del Ariznoa que me diesen esa oportunidad.

-¿Cuál es su labor en el Aloña en la actualidad?

-Después de ser gimnasta, y luego ayudante de entrenadora, me ha llegado la hora de ser la entrenadora de la sección. Tengo la responsabilidad de que casi 70 niñas aprendan todo lo posible y disfruten con este deporte.

-¿Qué le ánimo a asumir el reto de liderar el equipo técnico?

-Es una gran responsabilidad, pero es el club al que he estado ligada desde pequeña, no quería dejarlo a un lado, y menos desde que el año pasado dejé de practicar gimnasia. No quería dejar el tapiz del todo, me llegó esta gran oportunidad y la cogí sin pensármelo dos veces, estoy encantada.

-¿Cómo ve la salud del club?

-Creo que el Aloña goza de una excelente salud, tenemos muchas niñas con ganas de aprender y tanto yo como el club tenemos intenciones de seguir trabajando para avanzar. Queremos darle un aire nuevo y que sigamos creciendo, que siga con la buena salud que tiene, y si es posible, aún mejor. Una pequeña novedad que hemos llevado a cabo este año ha sido una exhibición antes de navidades. Las alumnas estaban encantadas, y es eso lo que más nos anima a seguir.

-¿Cómo se organizan los grupos?

-Se organizan por edades; las más pequeñas vienen a primera hora, en la segunda las que son un poco mayores, y las de mayor edad suelen venir para la tercera hora. Normalmente se suele organizar así, pero siempre trabajamos con flexibilidad, si alguna no puede venir a tal hora (aunque le corresponda por la edad) puede venir a otra, queremos darle la oportunidad de disfrutar de este deporte a quien le apetezca. Las clases son en el polideportivo los martes y jueves desde las 16.45 hasta las 19.30 horas.

-El alumnado es básicamente femenino ¿a qué cree que se debe?

-Históricamente la rítmica ha sido denominada como un deporte femenino, pero con los años (aunque sea lentamente) esto está cambiando. Con el paso del tiempo son más los chicos que se animan y las competiciones masculinas se empiezan a regularizar. Creo que debemos animar a cualquier chico que le guste a probar, hay que demostrar que este deporte no es solo femenino.

-Dicen que es un deporte muy sacrificado y que hay mucha competitividad.

-La verdad es que sí, es un deporte muy sacrificado y que necesita mucha disciplina. Todos los movimientos deben ser pulidos al milímetro, por lo que se necesita mucho trabajo para llegar a la perfección cuando estás a puertas de una competición. Es importante inculcar estos valores a las niñas, la disciplina y el sacrificio que desarrollas gracias a la gimnasia puede serte muy útiles en la vida. Aunque no creo que sean los únicos valores que hay que enseñarles a las alumnas, hay muchos otros valores, y todos se pueden aprender y trabajar mientras se disfruta con el deporte; el sacrificio no tiene por que ser sinónimo se sufrimiento.

-¿Cuál es su elemento (aparato) favorito?

-No tengo un aparato favorito por excelencia, pero para trabajarlo yo me gusta mucho el aro. Te da muchas posibilidades y es el que más acostumbrada estoy a utilizar. Pero para verlo en otras gimnastas me gustan tanto la pelota (la delicadeza y limpieza que transmite una gimnasta al usarlo es espectacular) o la cinta (la más visual y espectacular a ojos del espectador).

-La gimnasia rítmica es un deporte muy artístico y curiosamente la creación de joyas y abalorios es otra de sus grandes pasiones ¿desde cuándo se dedica a ello?

-Siempre me han gustado las manualidades, y hace ya unos 7-8 años empecé a centrarme más en el diseño de complementos. Desde entonces he ido aprendiendo y creciendo mucho, y espero seguir haciéndolo. La gimnasia además me da también oportunidades para trabajar mi creatividad, la decoración de los aparatos, los accesorios para el pelo de las alumnas, los diseños de los mallots...

-Su marca es 'Be happy' ¿qué le hace más feliz la gimnasia, la enseñanza o crear anillos, broches.?

-Todas esas cosas me hacen feliz, es un conjunto de todo. Aunque lo que más feliz me hace es ver que en cada uno de esos ámbitos de mi vida he podido hacer feliz a alguien. Por ejemplo, ver la sonrisa de una alumna al ver que ha recogido bien la pelota después de lanzarla y hacer una voltereta... es como dice el anuncio, que no tiene precio. Aprovecho para mandarles un beso a mis alumnas, y decirles ¡que sigan trabajando así de bien!

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