miércoles, 24 de julio de 2013

HEMORRAGIAS


HEMORRAGIAS 
DEFINICIÓN 
La sangre se encuentra circulando por el interior de los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares), que la transportan por todo el cuerpo. Cuando alguno de estos vasos sanguíneos se rompe, la sangre sale de su interior, originándose así una hemorragia. 
Toda pérdida de sangre debe ser controlada cuanto antes, sobre todo si es abundante. 
En caso de hemorragias el organismo pone en funcionamiento su mecanismo para controlarla, agregando las plaquetas alrededor del vaso lesionado y formando un coagulo que tapona dicho vaso, impidiendo la salida de sangre. 
La atención de primeros auxilios contribuye a que este proceso sea efectivo. 
Esta atención debe ser inmediata porque en pocos minutos la pérdida de sangre puede ser total, ocasionando shock y muerte. 

HEMORRAGIA EXTERNA 
Definición 
Es cuando vemos la sangre saliendo a través de una herida. 

SEÑALES 
Se divide en: Hemorragia Capilar o Superficial: 
Compromete solo los vasos sanguíneos superficiales que irrigan la piel; generalmente esta hemorragia es escasa y se puede controlar fácilmente. 

Hemorragia Venosa: 
Las venas llevan sangre de los órganos hacia el corazón; las hemorragias venosas se caracterizan porque la sangre es de color rojo oscuro y su salida es continua, de escasa o de abundante cantidad. 

Hemorragia Arterial: 
Las arterias conducen la sangre desde el corazón hacia los demás órganos y el resto del cuerpo; la hemorragia arterial se caracteriza porque la sangre es de color rojo brillante, su salida es abundante y en forma intermitente, coincidiendo con cada pulsación. 

CONTROL DE LA HEMORRAGIA EXTERNA 
Acueste a la víctima. 
Colóquese guantes desechables de látex. 
Descubra el sitio de la lesión para valorar el tipo de hemorragia ya que esta no es siempre visible; puede estar oculta por la ropa o por la posición de la víctima. 
Para identificar el tipo de hemorragia seque la herida con una tela limpia gasa o apisono. 
Si esta consciente dele a beber suero oral o agua. 

Para controlar la hemorragia siga los siguientes pasos (en este orden de ser posible): 
1. Presión Directa: 
Aplique sobre la herida una compresa o tela limpia haciendo presión fuerte. Si no dispone de compresa o tela puede hacerla directamente con su mano siempre y cuando usted no tenga ninguna lesión en las manos o este protegido con guantes. 
La mayoría de las hemorragias se pueden controlar con presión directa. 
La presión directa con la mano puede ser sustituida con un vendaje de presión, cuando las heridas son demasiado grandes o cuando tenga que atender a otras víctimas. 
Esta técnica generalmente se utiliza simultáneamente con la elevación de la parte afectada excepto cuando se sospeche lesión de columna vertebral o fracturas, (antes de elevar la extremidad se debe inmovilizar). 

2. Elevación 
La elevación de la parte lesionada disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y reduce la hemorragia. 
Si la herida esta situada en un miembro superior o inferior, levántelo a un nivel superior al corazón. 
Cubra los apósitos con una venda de rollo. 
Si continua sangrando coloque apósitos adicionales sin retirar el vendaje inicial. 

Técnica de Elevación y Presión Indirecta sobre la Arteria

3. Presión Directa sobre la Arteria (punto de presión o presión indirecta) 
Consiste en comprimir con la yema de los dedos una arteria contra el hueso subyacente. 
Se utiliza cuando no se ha podido controlar la hemorragia por presión directa y elevación de la extremidad o en los casos en los cuales no se pueden utilizar los métodos anteriores (fracturas abiertas). 
Esta técnica reduce la irrigación de todo el miembro y no solo de la herida como sucede en la presión directa. 
Al utilizar el punto de presión se debe hacer simultáneamente presión directa sobre la herida y elevación. 

Para controlar la hemorragia en miembros superiores e inferiores haga lo siguiente: 

En miembros superiores: 
La presión se hace sobre la arteria braquial, cara interna del tercio medio del brazo. Esta presión disminuye la sangre en brazo, antebrazo y mano. 
Para aplicar la presión, coloque la palma de su mano debajo del brazo de la víctima, palpe la arteria y presiónela contra el hueso. 

En miembros inferiores: 
La presión se hace en la ingle sobre la arteria femoral. Esta presión disminuye la hemorragia en muslo, pierna y pie. 
Coloque la base de la palma de una mano en la parte media del pliegue de la ingle. 
Si la hemorragia cesa después de tres minutos de presión, suelte lentamente el punto de presión directa. 
Si esta continua, vuelva a ejercer presión sobre la arteria. 
Lávese las manos al terminar de hacer la atención. 

4. Torniquete 

Se debe utilizar como último recurso, debido a las enormes y graves consecuencias que trae su utilización y está reservado sólo a los casos donde la hemorragia es tan grave que los tres métodos anteriores han fallado, como una amputación, donde deberá ser el primer paso para el control efectivo de la hemorragia (la vida del paciente está siendo amenazada). 

Utilice una venda triangular doblada o una banda de tela de por lo menos 4 cm de ancho. (no utilice vendas estrechas, cuerdas o alambres). 

Coloque la venda cuatro dedos arriba de la herida. 

Dé dos vueltas alrededor del brazo o pierna. 

Haga un nudo simple en los extremos de la venda. 

Coloque un vara corta y fuerte. Haga dos nudos más sobre la vara. 

Gire la vara lentamente hasta controlar la hemorragia. 

Suelte una vez cada 7 minutos. 

Traslade inmediatamente la víctima al centro asistencial.

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