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| Firma. Carlos Martínez de Irujo y Mikel Biain rubricando el nuevo convenio de cesión de uso. / DV |
Prorrogada la cesión de uso público de los jardines del Palacio Lazarraga
El alcalde y el Duque de Sotomayor han rubricado un nuevo convenio hasta 2019
Los meses de julio y agosto el parque, calificado como bien cultural monumental, seguirá estando cerrado para uso exclusivo de la propiedad
Los jardines del Palacio Lazarraga, propiedad del Ducado de Sotomayor, seguirán abiertos al público al menos durante cuatro años más. El convenio de cesión del uso firmado hace tres años por el Ayuntamiento y Carlos Martínez de Irujo ( actual Duque de Sotomayor), ha sido prorrogado para que oñatiarras y foráneos puedan seguir disfrutando del céntrico e histórico parque en horario diurno.
Cuatro mil metros cuadrados de vegetación, distribuidos en un jardín paisajista al estilo inglés, que esconden los secretos y juegos de infancia de una de las grandes familias de la aristocracia. A la sombra de sus imponentes y en muchos casos centenarias especies botánicas, cuentan que jugaron los infantes de Borbón en sus años mozos, y descansaron el rey Alfonso XIII, la mediática Duquesa de Alba y su prole, e incluso un candidato a la vicepresidencia de los EE.UU, entre otros ilustres personajes.
Muy pocos oñatiarras, sin embargo, habían podido disfrutar hasta hace tres años de este jardín privado con encanto y abolengo en pleno centro del casco histórico, así que no es de extrañar la expectación causada en 2012 por la cesión gratuita para su uso público. El balance ha sido positivo, aunque hay algunos aspectos que ambas partes considerar que hay que mejorar para preservar correctamente el espacio, y se recogen en el nuevo contrato.
Vecinos y turistas podrán seguir disfrutando de una paleta natural declarada como Bien Cultural Calificado y Conjunto Monumental por el Gobierno Vasco, en el que castaños de indias centenarios, robles, magnolios glandifora, fresnos, tulíperos de virginia, hayas, nogales americanos, tilos y cedros comparten luz y armonía.
La idea es que siga siendo un área tranquila para el disfrute de la naturaleza, la lectura o la buena compañía, un lugar sin artificios en pleno corazón del casco histórico. Y con el objeto de proteger las especies vegetales y preservar esa tranquilidad el documento suscrito recoge explícitamente que está completamente prohibido «el uso de bicicletas, patinetes o cualquier elemento similar en el interior del parque, así como ugar al fútbol. Además queda expresamente prohibida la entrada de animales».
El nuevo convenio deja claro también que «si continúan produciéndose destrozos en el jardín (se han contabilizado numerosos), el horario de cierre podría limitarse todo el año a las 17.00 horas».
Ese es el horario oficial de invierno, del 15 de octubre al 15 de abril, mientras que el resto del año se abre de 9.00 a 20.00 horas. Como hasta ahora durante los meses de julio y agosto, el parque permanecerá cerrado para el uso exclusivo de la propiedad. Precisamente en breve volverá abrir sus puertas.
A cambio del uso de los jardines el ayuntamiento seguirá corriendo a cargo con todos los gastos de mobiliario urbano del parque y los trabajos de mantenimiento y limpieza del arbolado y el césped, colocará cámaras de video-vigilancia y garantizará que se hace un uso correcto del espacio.
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