domingo, 10 de enero de 2016

"ELKARREKIN BILA"

D,V,
10/01/2015.

¿Qué es? Ofrece a colectivos desfavorecidos y personas con dificultades en la vida una estancia de desconexión en Arantzazu, procurando un tiempo de ocio educativo. El programa se concreta, según los gustos y necesidades de cada grupo. Son dos días y medio de actividades, entre semana, con alojamiento en el edificio Asis Topagunea,
¿Cómo colaborar? Acompañando en las actividades a los grupos en visitas y paseos, es decir, donando tiempo libre (610273580) o colaborando económicamente con el proyecto con donativos en Laboral Kutxa (3035 0005 31 0050069059).
Entidades participantes en 2016. Tres vizcaínas (EgunOn Etxea; Fundación Gizakia; y Sortarazi. Tres alavesas ( Bizitza Berria; Centro de Día Argibide; Berkah). Cuatro guipuzcoanas (Fundación Hurkoa; Inclusión Bergara; Aita Menni, Santa Agüeda; y Aspanogi).

Voluntarios. Los colaboradores más directos del programa, voluntarios que acompañan a los grupos participantes en las salidas, y miembros de Oñati Abesbatza, que ofrece conciertos a los visitantes.
Voluntarios. Los colaboradores más directos del programa, voluntarios que acompañan a los grupos participantes en las salidas, y miembros de Oñati Abesbatza, que ofrece conciertos a los visitantes. / BERISTAIN

Un respiro para personas con dificultades


Voluntarios. Los colaboradores más directos del programa, voluntarios que acompañan a los grupos participantes en las salidas, y miembros de Oñati Abesbatza, que ofrece conciertos a los visitantes. / BERISTAIN

  • 2015 deja buen sabor de boca entre franciscanos y laicos, y en 2016 la apuesta solidaria se mantiene con diez grupos participantes

  • El proyecto social 'Elkarrekin Bila' ofrece estancias gratuitas en Arantzazu con tiempo de ocio educativo



Hay muchas formas de ser solidarios con quienes tienen dificultades en la vida. Ofrecer un poco de tiempo, escuchar, romper la cotidianidad con propuestas de ocio, descanso, disfrute y tranquilidad... son alternativas igual de necesarias y mucho más enriquecedoras a nivel personal.

En eso incide el proyecto social 'Elkarrekin bila' impulsado por los franciscanos de Arantzazu y un grupo de laicos, que ha despedido el 2015 con un excelente sabor de boca e inicia 2016 con renovadas ilusiones. Ya hay concertadas estancias para otros diez grupos, lo que indica que el proyecto va por buen camino.
La idea surgió para reforzar la «vocación y el sentido de acogimiento de Arantzazu, y las personas que necesitan ser acogidas son, sobre todo, las que sufren» explica el franciscano Iñaki Beristain. «Aprovechando los recursos que ofrece Arantzazu les ofrecemos una estancia agradable, haciéndoles visible otra forma de vida para que crezcan como personas y, con una confianza interior renovada, vean caminos y posibilidades de enfrentarse a los diferentes retos que les presentan sus contextos vitales adversos», señala. «Creamos en este proyecto impulsados por el camino humanista y cristiano, que nos lleva a confesar a la personas como centro de toda realidad, aunque en la estancia se evita toda manifestación religiosa concreta», recalca.
El proyecto 'Elkarrekin bila' echó a andar en 2014 y las sensaciones son tan positivas que tendrá continuidad en 2016. Entre el 8 de marzo y el 10 de junio siete asociaciones disfrutarán del programa de ocio educativo, y del 27 de septiembre al 13 de octubre, otras tres más.
«Arantzazu quiere reforzar su dimensión social. Quiere seguir siendo referente en todo lo que se refiere a la persona y su dignidad, también en el plano social que tiene que ver con las personas más desfavorecidas. De ahí que en el seno del Consejo Pastoral del Santuario (en el que participamos tres franciscanos y seis laicos), decidiésemos que era prioritario permanecer en el camino de los necesitados. El sentido de Arantzazu nos lleva a la senda de los que andan buscando, y por eso el lema del programa es el juego de palabras «Elkar(R)ekin bila» («Juntos buscando activamente»), relata Beristain.
Salidas montañeras, visitas guiadas a la cueva de Arrikrutz, la escuela de pastores de Gomiztegi, Urkulu, o el Parketxe, paseos por el camino adaptado, experiencias en torno al chocolate, talleres de arte y cultura, conciertos y recorridos por Oñati o las campas de Urbia, son algunas de las posibilidades que el programa pone a disposición de colectivos muchas veces invisibilizados «para sacarles de su cotidianidad, y que vean caminos y posibilidades de enfrentarse a las dificultades que sufren».
Dos días y medio
Son dos días y medio de actividades, entre semana, con alojamiento en el edificio Asís Topagunea, en los que aprovechando los recursos de Arantzazu, estar cerca de gente con dificultades y regalarles tiempo de ocio, porque el programa es gratuito para los participantes.
«Con la que está cayendo con la crisis, los recortes afectan mucho a estos colectivos, y en el entorno de Arantzazu, por su belleza, su silencio y energía, es ideal para sanar esas heridas que no se ven y convivir en un contexto diferente y más relajado», explica.
El proyecto social es otra forma de ser solidarios, abierto a todos los que quieran involucrarse ya sea colaborando en hacer agradables esas jornadas de asueto ( acompañándoles en excursiones y salidas) o colaborando económicamente con el proyecto a través de donativos ( 3035 0005 31 0050069059). Los franciscanos cuentan con el apoyo de laicos, un grupo con muchas ganas, que abre las puertas a todos los interesados.
En cuanto a los participantes del curso 2016 se dividirán en dos etapas: primavera y otoño. Bizitegi Elkartea (que busca la incorporación a la sociedad de personas en situación grave de exclusión en Vizcaya); la Fundación Hurkoa (que atiende y tutela a personas mayores y con enfermedad mental en situación de fragilidad, dependencia o desprotección) o Bizitza Berria (para la integración de personas sin hogar, sin alojamiento permanente o con alojamiento precario o inadecuado en Araba), son algunos de los colectivos participantes en la tercera edición del programa social. También el grupo inclusión Bergara (que ofrece talleres y cursos ocupacionales), Bizitegi (que busca la incorporación a la sociedad de las personas en situación grave de exclusión en Bizkaia, o Aita Menni de Arrasate (que trata y cuida a personas con enfermedades mentales o neurodegenerativas).
El 20% del coste del programa anual lo sufragan los propios franciscanos y el resto tratan de completarlo con ayuda de las instituciones y particulares.

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