domingo, 6 de noviembre de 2016

Las campanas del reloj de la Parroquia ,ya no suenan por la noche

D.V

Las campanas enmudecen por la noche

  • En el consistorio dicen haber tomado la decisión pensando «en el descanso nocturno de los vecinos que se han quejado»

  • La medida adoptada por el Ayuntamiento tiene defensores y detractores y ha originado debate


Las campanas del reloj de la Parroquia de San Miguel Arcángel ya no suenan por la noche. El ayuntamiento ha suprimido el tañido nocturno ante las quejas recibidas por parte de vecinos de Kale Zaharra. Y es que, al parecer, el ruido de las campanadas impedía o, al menos, alteraba el sueño y el descanso de más de uno.

«Tomamos la decisión de suprimir las campanadas de la noche pensando en el descanso nocturno de la gente que nos había hecho llegar sus quejas» han explicado desde el gobierno municipal. «Lo hicimos a modo de prueba, y hasta ahora no nos han llegado quejas al respecto, pero si la medida causa disgusto o rechazo en otros vecinos, se analizará mejor con todas las partes implicadas», explicaba ayer el alcalde, Mikel Biain.Desde el consistorio consultaron con la empresa que lleva a cabo el mantenimiento del reloj la posibilidad de acallar el repique de campanas durante determinadas horas como ocurre en otros municipios, y como la respuesta fue afirmativa, han enmudecido. Ahora, sólo suenan de siete de la mañana a once de la noche. Y mientras algunos se muestran encantados con la medida, otros se han ofendido y reclaman que el tradicional sonido vuelva a las noches oñatiarras.
En la parroquia sí que han constatado el cariño que muchos tenían a las campanadas. «La gente nos está preguntando al respecto, y les explicamos que el ayuntamiento es el encargado del mantenimiento del reloj, y quien ha tomado la decisión. A nosotros se limitaron a informarnos de las quejas que habían recibido y de la decisión de silenciarlas por las noche», relata el párroco Joxan Larrañaga.
¿Ruido o sonido?
¿Sonido tradicional o un incómodo estruendo? El debate no es nuevo y moviliza a defensores y detractores por doquier. Para algunos vecinos, las campanadas nocturnas no molestan, sino que ayudan, e incluso acompañan. «Si me despierto a la noche, me gusta saber qué hora es y, para eso, suelo estar pendiente de la hora que marcan las campanas de la parroquia», señala un vecino del casco histórico.

Otros apelan a la tradición. «Hemos crecido acompañados por el sonido de las campanas y no veo la razón de que ahora haya que quitarlas. No tenemos que confundir ruido con sonido. Esas campanas llevan sonando toda la vida y hasta ahora nunca habían molestado. Es una pena. Pronto echarán también a los pájaros de los árboles para que no hagan ruido con su piar», sentencian.
En el bando contrario están los que no terminan de entender por qué son tan fundamentales las campanas para saber qué hora es. «Con un simple despertador en la mesilla, basta. No son necesarias unas campanadas que lo único que pueden hacer es desvelar a aquellos que tienen el sueño ligero» declara un vecino que aplaude la decisión del ayuntamiento de suprimir las campanadas nocturnas. « Si el ruido de las campanas impide a alguien conciliar y mantener el sueño por la noche, y eso le provoca estrés, me parece bien que las silencien» asegura otro que no obstante, cree que en «Kalezaharra los problemas de ruido son más bien otros, pero lo más fácil es silenciar las campanas».
El debate está servido, y algunos incluso hablan ya de recoger firmas para recuperar las campanadas nocturnas. No será el primer municipio que lo hace, aunque también hay localidades en las que las firmas son precisamente para silenciarlas. Nunca llueve, o en este caso campanea, a gusto de todos. De momento, las campanas de la parroquia de San Miguel Arcángel enmuden por la noche, para felicidad de algunos y disgusto de otros

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